Las utilidades para el dueño de los derechos se multiplicaban posteriormente en un abrir y cerrar de ojos.
Aquello que había adquirido en una determinada suma de dinero tras
conversaciones con los dirigentes sudamericanos, lo ubicaba en otros puntos
del mundo a precios muy elevados. Pero cuando Hawilla comenzó con problemas legales y le quitaron las principales fuentes de ingresos, la olla se destapó y varios dirigentes resultaron comprometidos, así como también un grupo de argentinos.

Pero una vez radicado en territorio americano, cometió otra clase de delitos sin relación con el deporte
y contrajo una enorme deuda económica con el Fisco de los Estados
Unidos. La Justicia dictó una orden de arresto contra su persona y
rápidamente fue detenido por las fuerzas policiales. Y si bien aceptó
las infracciones legales que lo llevaron a ser imputado, con una
penalización millonaria de por medio, decidió relatar diversas historias para desenmascarar negocios tenebrosos y de esa manera aliviar la pena de prisión que comenzaron a barajar los norteamericanos: denunció a sus competidores, a quienes lo despojaron del poder. Aqui comienza todo el problema..
El
empresario reconoció su participación en negocios tan turbios como
ilegales y, ya alejado de la actividad y fuera del círculo de intereses,
delató a los nuevos dueños del beneficio. Teniendo en cuenta el fallecimiento de Grondona y el retiro por edad de Leoz -sus antiguos socios- reveló el idéntico modus operandi entre Eugenio Figueredo, el sucesor de los directivos nombrados anteriormente, y la empresa que ahora ostenta el privilegio de llevar adelante el mercado de los derechos de televisación de los eventos: Full Play.